La barra de un bar, dos tipos, un par de copas, una charla:
-Y ahora, ¿qué piensas hacer?
- Aún no estoy seguro amigo, pero algo gordo, muy gordo. Ya
te contaré.
- ¿Cómo de gordo?
- Pues algo que si sale bien me dé mucha gallina, y sino que
me caiga una condena que te cagas. Estoy cansado, colega; me quiero retirar,
fuera o dentro; eso ya me da igual.
-Entiendo La vida cansa, socio… la vida cansa.
- ¿Qué si cansa?
Escucha esto, verás; Hace tiempo yo era un tío normal; ya sabes, buen curro,
casa, coche y esas cosa .Vivía solo, pero la soledad tiene doble filo. Es muy
puñetera a veces, y te confunde. Te crees que te has enamorado cuando lo único
que buscas es compañía, y así pasó. Conocí una chica maja; legal. Me sentía de puta
madre con ella. Tenía un hijo, adolescente ya, pero yo estaba muy encoñao y eso ni me importó. Me los lleve
a vivir a los dos conmigo, y ahí empezó todo.
Desde el principio fue un puto caos; yo intentaba hacer una
familia, pero el chico ya andaba muy torcido. Tenía mucha calle, mucha tontería
y mucho mimito, hasta que un buen día me cansé y le partí la boca. Se puso a
insultar a su madre a gritos y le tuve que meter un guantazo en los morros, con
la mala suerte que acabó sangrando. Para que quieres más; denuncia al canto y
aún encima la vieja va y testifica en mi contra; por el dichoso amor de madre y
esas mierdas, supongo. Total, que maltrato a un menor y violencia domestica;
tal y como están las leyes para que te voy a contar. Una multa de la hostia, un
año de cárcel y alejamiento indefinido. Cumplí tres meses de trullo, y después
de eso ponte a buscar trabajo; ni de coña. La jodida multa me dejó sin un pavo,
y para colmo la orden de alejamiento, que me remató, pues aunque el piso estaba
a mi nombre quienes vivían allí eran ellos, y pon a un menor en la calle hoy
día; imposible, y menos aún sin pasta para abogados. Así empezó mi nueva vida, tío,
la que llevo ahora. De palo en palo y de celda en celda, ya ves.
- Joder macho, que putada ¿Y volviste a saber de ellos?
- Si, algo oí. El capullo ese se fue metiendo en rollos cada
vez más feos. Un día que andaba de mono se cargó a su vieja. Ahora estará en
alguna cárcel por ahí; a saber.
- La hostia puta…cría cuervos, colega. De saber eso haberle
matado tú ¿no? Así ya tendrías una
condena larga, y la tía se habría salvado. Al fin y al cabo era inocente.
- ¿…Inocente? ¡Ya! Inocente mis cojones.
20 comentarios:
me encanta volver a leerte, Caste. Y con un tema tan candente.
NO era inocente, no. Porque un hijo se puede torcer... pero en la cuna está la escuela. Y fue sin duda una mala maestra.
Y esa jostia... pues a tiempo... y se hubieran evitado muchos males.
En fins... xuli... que un abrazo muy muy fuerte... y esperando la siguiente entrada.
;)
jajaja Pensé que solo aquí había boludos, allí también los hay, se les dice Gilipollas.
Pero tío, cuando piensas con los huevos ´que es el mejor cerebro del hombre - siempre pierdes.Con esa teoría determinista, algunos de los que meamos de pie, somos candidatos al cadalso.
Muy bueno, Castelo. Te felicito.
Primero, qué maravilla volver a verte, volver a leerte.
Corta y dura historia. Yo conocí, en un lugar cuyo nombre mejor no digo, a un chaval que metieron en la carcel por pegar al novio de su madre. Es diferente, pero me las has recordado. Un caso jodido el que has narrado.
Un abrazo, Castelo!!!
Un texto cojonudo, Castelo. Sigues con ese punch que le noquea a uno en el último asalto. Salud!
Hola paisano, sigues sin perder tú buen tino en la redacción de estos textos, este es más real delo que mucha gente cree y tal como está montada la sociedad de hoy en día, se tuerce la vida de todos los implicados y no suele acabar bien.
Enhorabuena Castelo, sabes tocar las fibras más sensibles de los que te leen y yo me alegro de haberlo hecho hoy.
Un abrazo.
Guau, ya veo que has vuelto con fuerzas e historias tan reales, de esas de la calle que tanto me gustan.
Ya era hora, colegui!
Bienvenido de nuevo!!!
Una conversación tan real como la vida misma. No hace falta imaginar mucho, está a la orden del día.
Fantástico, amigo.
Besos
Te echaba de menos, amigo, y ha sido un placer volverte a ver (reflejado en tus grafías) aunque sea un texto tan duro y real como el que nos ocupa.
De todas formas, el tipo se lo toma bien ¿no?.
Gracias por volver.
Un abrazo.
Ha sido una delicia conocer este bello blog, .Una historia real como la vida misma. Salgo encantado de él. Seguro que volveré. un saludo
Dícen que nadie es inocente..pero a saber.
Tu prosa me ha inquietado, valga que he ido de la mano de cada frase tuya.
Saludos.
Cómo no comentar...!!!
Real, muy real la historia que cuentas. "tal y como están las leyes" no podía ser de otra manera.
Conozco un caso muy parecido, y como está montada la sociedad abundan. Es un texto duro y al orden del día. Tu forma de narrar, extraordinaria como siempre.
Un abrazo, amigo.
PD. Gracias por tu comentario en mi Blog.
No sé como lo he enviado como anónimo.
Real, muy real la historia que cuentas. "tal y como están las leyes" no podía ser de otra manera.
Conozco un caso muy parecido, y como está montada la sociedad abundan. Es un texto duro y al orden del día. Tu forma de narrar, extraordinaria como siempre.
Un abrazo, amigo.
PD. Gracias por tu comentario en mi Blog.
Eso de encoñarse sólo trae y atrae cosas así.
Si ya es difícil lidiar con los adolescentes que engendramos, cuánto más lo es bregar con los que engendraron otros...
Esta historia me suena como muy cercana. No hasta ese punto, pero se le hubiese podido parecer bastante...
Abrazos
JAJAJA que bueno está me alegro mucho de leerte de nuevo encima haciendo reir eres genial, un slaudo cariñoso desde mi brillo del mar
Que guay leerte de nuevo sí!! otra de tus historias fantásticas y reales.
No opinaré sobre la mamá... hay de todo. Si te doy mi opinión sería políticamente incorrecta como madre así mejor me callo ufff.
¡Dos hostias a tiempo a ese mamón! (del hijo me refiero)... eah al final lo he dicho.
Siempre me gustó tu forma de retratar la vida. Pero la vida que está calla y que casi nadie se atreve a revelar.
Me enhorabuena y un abrazo después de tanto tiempo.
Manuel.
Historias de la vida, amigo, que al final ya sabemos que la realidad supera la ficción.
buena historia que refleja la realidad, esa que vemos cada día en las noticias.
Me alegro de que estés de nuevo por aquí.
Genial reencontrarnos por aquí, Castelo!
Me encantó tu relato, su fluidez, la cercanía con que tocas un tema que no es para nada lejano a situaciones de nuestra sociedad.
Abrazos
Pilar
Publicar un comentario