Me presento; mi nombre es Bruno y me dedico a matar gente.
Gente que estorba. O gente que estorba a mi jefe, mejor dicho. Es, mi jefe,
un hombre importante, poderoso. La mitad de la droga que se mueve en esta
ciudad pasa por sus manos; es decir, que trabajo no me falta, gracias a Dios.
Aunque pueda parecer vanidoso, he de decir que soy bueno en
lo mío. Muy bueno. Jamás dejo huellas ni pistas que seguir. Tanto es así, que
cuando me cargo a alguien todos saben que he sido yo; todos menos la poli,
claro. Quizás, por eso, me siento un tanto incomodo con este último encargo. Sus palabras fueron estas : " Bruno, mi mujer se ve con otro
tipo, me la está pegando. Entérate de quién es y bájatelo"
Al ser un tema personal, no de negocios, ha de parecer una
chapuza. Que nadie crea que ando yo por medio.
Hago lo que haría
cualquier novato; comprar una pistola
"sucia" en el mercado negro. Una de estas pipas con pasado turbio; Algún
marrón de atraco o ajuste de cuentas, a saber. Algo que se relacione con una
pista falsa. Con esto y un buen plan será suficiente. Puedo proceder.
He quedado con mi jefe en un descampado fuera de la ciudad.
Nadie lo sabe, ni su socio, ni sus amigos, nadie. Quiere prudencia, es su honor
el que está en juego y sólo se fía de mí para estas cosas. Ser un cornudo no es
plato de buen gusto, supongo, y además no está bien visto, no sé por qué.
Veo
su coche a lo lejos. Me acerco, abro la puerta y me siento a su lado.
- Hola Bruno ¿lo has hecho? Dice sin mirarme.
- Aún no. Respondo mientras pego el cañón del revólver en su moflete.
- ¡ ¿Pero qué haces?!
Tranquilamente le miro, esta atónito, confuso. Siento su
miedo.
- Me dijiste que matara al que se tira a tu mujer ¿no? Pues
eso.
- ¡Pero yo soy su marido, imbécil!¡Al otro, me refiero al
otro!
- El "otro" soy yo- digo antes de disparar. Le
meto dos tiros en la cara, y luego vacío el cargador sobre su cuerpo. Que
parezca hecho con miedo, o rabia. Da igual. Después le quito la billetera, y ya
puestos, corto su nariz; la pasma está obsesionada con las bandas latinas,
puede que les dé por investigar por ahí; con estos inútiles nunca se sabe. Echo
un vistazo rápido, a modo de despedida, digo "ciao" como en las pelis
y me voy.
Ya sólo me queda llamar a Carla y darle el pésame. Seré el
primero, eso seguro. No le diré que he sido yo, claro. Con las mujeres nunca se
sabe; lo mismo le da pena y la jodimos. Me mostraré cariñoso y protector. Necesitará a
alguien que la consuele, y de paso le ayude en los negocios del difunto. Puede contar conmigo, ahora
estoy en paro.
19 comentarios:
Guau,impresionante, sin duda,creo,por la trayectoria que has tenido desde que te conozco,es uno de los textos más redondos,impactantes y perfectos,en cuanto a factura,tema,desarrollo,impacto... sin palabras Castelo, redondito...
Un personaje con mucha decisión y seguridad dentro de una historia no muy descabellada. Fantástica tu forma de narrar, amigo.
Un fuerte abrazo.
Puro Castelo.
No digo más porque necesito las manos para aplaudirte.
Besos compañero.
Una buena forma de quedarse en paro, matando a tu jefe. Jaja, buen relato. Un abrazo.
Tú dices que tengo el don de lo abstracto y que por eso te llega, sin embargo tus textos,tienen toda la sensibilidad,aunque sea desde otro costado!
¡Muy bueno! Castelo. Me alegra y satisface saber que estas activo, es un texto redondo. Te felicito.
Escalofriante esa ejecución a sangre fría. Supongo que es cosa solo de trabajo, caray!
Tu narración está clara, directa y limpia, aunque el crimen está todavía por verse. Espero que nuestro Bruno haya tomado todas las medidas para que no encuentren relación entre lo sucedido y él. ¿Limpió todo? ¿Se deshizo de la evidencia? bueno, supongo que una arma la compra cualquiera en el mercado negro.
Pues deja mucho que pensar tu historia, eso es bueno, creo.
Saludos y que pases un excelente fin de semana.
Y sigue contando con esa intensidad.
La rehostia, Caste!!!! Se me había pasado venir por aquí, compi y me encuentro con un relato negro, negro, de los que me encantan. Chapeau!
Está genial. Una forma casual de contarlo, como si fuese algo del día a día cargarse al jefe, ese final...me ha encantando. Que no iba a ser menos, seguro, por lo que ya nos concemos , y da gusto leerlo...Guaci.
De la misma manera de que a Bruno no le tiemble el pulso a la hora de disparar a ti no te tiembla a la hora de escribir. Fenomenal !!
Que nadie se entere de que ando yo por medio...
Cuando se ha terminado de leer todo el relato te das cuenta de lo magistrales que son esas diez palabras. Sin esa frase sería un relato cojo.... un gran trabajo.
Mónica (flordejara)
Caste, para saber que escribes bien basta con leer cualquiera de tus relatos, pero en éste tú muestras además que te sobra inteligencia para un batallón. Te felicito.
Guau! Soberbio, Castelo. Brindas con el más puro licor en este corto-negro.
Es lo que mejor sale de tu tinta, esa dósis oscura y reversible justo al final.
Un abrazo de amigo te mando.
La verdad es que creo que están dichos todos los adjetivos, a mi no me sorprende, sé de sobra que eres muy bueno en esto. Me gustó mucho,felicidades.
Mi admiracion hacia todos los que escribn relatos cortos y uno de ellos sos vos
me encanta como escribis
saludos desde un calor torrencial en Miamk
te dejo mi blog
Every successful person must have a failure. Do not be afraid to fail because failure is a part of success.
Bruno es un profesional de los que ya no hay...
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