Un relato ucrónico
En un presente imaginario. La Habana , enero de 2013
- ¿Qué es lo que ocurre, Ernesto? Andas muy pensativo
últimamente. Te conozco bien, amigo; algo hierve por debajo de tu gorra. Dime.
Te noto esquivo y huraño ¿Qué te inquieta?
- Sabía que me acabarías preguntando, viejo zorro. Nada se
te escapa.
- Será mi sangre gallega
- No sé como contarte, como hacerme entender. No tengo tu
oratoria, Fidel, lo sabes.
-Tú y yo casi nos entendemos con gestos, hombre. Dale.
- Verás, no sé por qué, será la vejez, de un tiempo a esta
parte ando repasando mi vida, o nuestras vidas.De como hemos llegado hasta
aquí, y si realmente fue esto lo que quisimos. Creo que, de alguna manera, me
ando juzgando.
- Extiéndete más ¿Es arrepentimiento? No te sigo.
- No. No es eso; además, sería tarde ya. Pero siento la
molesta sensación de la duda. Duda de la que, siendo sincero, tengo la
respuesta. Intenta recordarnos hace cincuenta años, en Sierra Madre ¿Es esto lo
que tú y yo soñamos? No; es más, sospecho que en este momento, si fuésemos jóvenes,
lucharíamos contra un régimen como este, Fidel, contra nosotros mismos.
Representamos aquello contra lo que un día combatimos.
-¿Estas chocheando, viejo? No, Ernesto, no.Haz memoria. Nosotros
peleamos contra una dictadura corrupta; esto es diferente. Esto es Marxismo,
amigo.
- Llámalo como quieras ¿Qué más da? Mira el resultado, lo
demás son nombres, teorías, y cuentos. Poca diferencia hay del “patria o
muerte” al “viva la patria”. Arengas para pueblos descontentos.
- Entonces ¿crees que todo esto ha sido en vano? ¿Todo este
tiempo? ¿Tanto esfuerzo no ha servido para nada?
- Si. Ha servido para borrar ilusiones, para desandar lo
andado. Para eso ha servido, amigo mío. Si al menos hubiese muerto…
- ¿Cómo dices?
- Me llamarás paranoico, pero sospecho que la CIA me dejo escapar
premeditadamente de Bolivia. Jugo muy bien sus cartas. No querían un mártir. De
haber muerto en sus manos, aún joven, en la plenitud de mi idealismo y cuando
medio mundo nos tomaba de referencia, una cosa sí se habría salvado,
dignificado, inmortalizado… ¡La revolución!
- Es duro esto que dices. Siempre fuiste exigente y reflexivo,
con lo cual autocrítico. Algo hay de
razón en lo que piensas, pero…
- …pero nada, Fidel. Mira, Cristo murió joven, hace más de dos
mil años, y en cambio, su ejemplo, o su lucha, sigue tan vigente hoy día como
entonces, aunque algunos se aprovechen de ello. ¿Qué crees que significará la
revolución cubana dentro de, ya no dos mil, sino doscientos años? Nada. Ni la
sombra de un recuerdo.Un nombre en el papel, una fecha, y poco más. El enésimo
fracaso de un sueño.
Pero si hubiese muerto en aquel momento, en “mi momento”, sería
recordado como el “che”, y no como
Ernesto Guevara. Sería eterno.
- No me seas vanidoso.
- No es vanidad, Fidel…es que fui un ejemplo y me convertí en realidad. Gris y decadente realidad. No era yo, sino lo
que yo representaba. Debí morir de pie,
no encorvado. La revolución era el sueño. El sueño despertado. Ganó la
realidad.
9 comentarios:
Buf, estoy yo calentita como para hablar de Fidel, del Che y de su puta madre... Podemos seguir con la Pasionaria y todo lo que el idealismo de aquel entonces NO hizo, dejando tirados a un montón de españoles republicanos. Mi padre por ejemplo. Algún día lo leerás, espero.
No sé, no sé, mejor me callo.o
Defienden o defendieron unos ideales, sus mentes ven lo que otros no entendemos.
Buena conversación, seguro que con un buen puro habano, jajaja.
Un abrazo, amigo Castelo.
Si no lo hubiesen asesinado, acaso seria tan inmortal como Fidel.
Lo que sí es cierto es que pocos tendrían la bandera con su cara en la cabecera de la cama o un póster o cuadro como he visto en casas muy cercanas.
Saludos
Así es el idealismo, acabas convertido en aquello contra lo que luchaste. Me ha encantado este diálogo tan fluido y sobre todo comprender esa gran verdad de que ser héroe, mito y todas aquellas cosas que los humanos solemos admirar no tiene apenas nada que ver con los logros sino con morir justo en el momento oportuno. Es más una lotería que una hazaña. Al leer este texto me han venido a la mente dos cosas; una es la novela "Las escalas de levante" donde el dilema de ser o no ser un dirigente revolucionario es una de las columnas, por así llamarlo, de un relato que nunca me canso de leer ni de recomendar. Otra, por supuesto, las tres semanas que pasé en Cuba hace dos años, la forma en que me impactaron las cosas que ví y lo que mis amigos me contaron (me metí "pa lo jondo", no fui a un hotel). Y al regreso la sensación, casi certeza, de que unos sufren dictadura descarada y otros la sufrimos encubierta. Un gran placer leerte.
Flordejara.
Ay Amigo! tu conversación me hace rememorar noches estrelladas bajo el cielo de Cuba tomando mojitos y fumando habanos charlando de este tema con los amigos cubanos y te aseguro de que no todo es tan malo y todo tan bueno, si lo comparamos con otras partes de este mundo inmundo, eso sí, si exceptuamos al Reino de Bután. A esta preciosa isla la han sitiado, aislado, asfixiado económicamente y no han permitido su desarrollo y su evolución en unas condiciones más o menos normales. De todos modos en un mundo donde campa a sus anchas el sistema capitalista, ningún país comunista ha sabido evolucionar favorablemente, si no fíjate como han acabado los países del Este de Europa, Rusia y China, totalmente contaminados por el poder del dinero. Y como que solo el cielo es perfecto y esta tierra es mezquina a veces los sueños más bonitos se llenan de sucias interferencias que los hace inalcanzables pero no irrenunciables. Salud!
Vuelve el más puro Castelismo!!
Un tema del que podríamos escribir mucho... claro, es política, ideales, sangre, guerra..
Yo separaría, por un lado el sentimiento de admiración, fanatismo en algunos casos, y por otro las intenciones de aquél pensamiento.
Lo han dajado claro tus personajes, ¿se han logrado los objetivos?
Es algo que se repite a lo largo de la historia en diversas situaciones. He recordado un caso similar; Zapata. Luego de darse cuenta de que se estaba convirtiendo en su propio enemigo, volvió a la libertad y lo asesinaron.
Buenísimo, Castelo!!
Yo creo que el Che,es más inmortal que Fidel,contrariamente a lo que dice Trini Reina, de hecho estando en Cuba,la mayoría del pueblo ama y recuerda al Che, tienen fotos en sus casas en su recuerdo. En realidad Ernesto Guevara comenzó a ser urticante para Fidel. Los idealismos arman revoluciones y favorecen los cambios..pero,duran poco..dura lo que dura el fervor del cambio.
Buen texto,algo utópico quizás,pero en todo caso un canto a seguir sin perder nuestras ilusiones!
Buena tarde Castelo!
Encuentro tu diálogo realista en la dimensión de la utopía que siempre está presente en los humanos. Por otro lado, es bueno recrear esas realidades que a veces necesitamos cuestionar. ¿Somos lo que quisimos ser? va, en lo social como en lo personal llega el momento de auto juzgarse, o al menos cuestionarse.
Me ha gustado tu post de hoy, te felicito.
¿Cómo era aquello de la revolución que debora a sus hijos?
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